¿Qué es una prueba de inclinación?
La prueba de inclinación o prueba de mesa basculante es utilizada en la práctica clínica para el estudio del síncope (desmayo) desde hace más de 100 años. Ya en 1886 se utilizaba el estudio para diferenciar un síncope de origen cardíaco de uno de origen neurológico. Hoy el estudio está indicado para el abordaje de pacientes con síncope o síntomas "disautonómicos".
Gracias a la prueba de inclinación es posible "retar" al sistema cardiovascular y comprobar su respuesta ante cambios de posición, presión arterial y frecuencia cardíaca. La finalidad de una prueba de inclinación es reproducir el síncope o en su defecto los síntomas que lo preceden.
El paciente debe acudir en ayunas al estudio, con ropa ligera y preferentemente acompañado. Es posible que se requieran suspender algunos medicamentos (su médico le hará recomendaciones al respecto). Se le hará entrega de una pijama previo al estudio para que esté más cómodo. Se colocará una vía intravenosa para la administración de soluciones (en caso necesario), electrodos en el tórax para monitorización del ritmo, un oxímetro de pulso (que mide la oxigenación) en el dedo índice y un manguito de tensiómetro para monitorización de la presión arterial.
La prueba se realiza en una mesa basculante, en la que el paciente se acuesta, posteriormente se lleva a una inclinación de entre 60° a 90° y permanecerá así durante algunos minutos. La primera parte de la prueba se realiza sin fármacos; siempre pendientes de síntomas como mareo, náusea, palidez, visión borrosa). Pasado un tiempo y en caso de que no se logre la meta del estudio (síncope o síntomas premonitorios), se coloca debajo de la lengua del paciente un medicamento cuya finalidad es aumentar ligeramente la frecuencia del corazón y dilatar los vasos sanguíneos. Si en este punto se presentan síntomas y se observan alteraciones de las constantes cardiovasculares, se da por terminado el estudio.
Se recomienda realizar una prueba de inclinación en casos de síncope de repetición, sin causa aparente o en el caso de un episodio único pero que, por la actividad laboral del paciente o el contexto clínico, podría representar riesgo de lesión en caso de presentarse de nuevo. Nos permite definir las características y el origen del síncope, además de hacer diagnóstico diferencial con otros trastornos neurológicos (epilepsia, migraña) o psiquiátricos (síndrome conversivo).
La prueba de mesa basculante es una herramienta útil en manos apropiadas. Puede ayudarnos a definir e individualizar el tratamiento del síncope. Visítanos para recibir mayor orientación y una valoración integral.
Es por tu salud.
Dr. Eduardo Hernández
